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Por Carmen Izquierdo 01 feb, 2024
Las 5 Leyes Biológicas descubiertas por el Dr. Hamer forman un modelo científico a través del cual podemos conocer y comprender cómo funciona nuestro organismo. Desde hace mucho tiempo se sabe de la relación que existe entre la mente y el cuerpo, pero estas Leyes nos demuestran que es el cerebro la conexión entre nuestra psique y los cambios que se producen en nuestro cuerpo. Su conocimiento nos permite cambiar nuestra percepción de lo que conocemos como “enfermedades” y de la "malignidad" que representan, para comprender que, en realidad, son un sistema eficaz regulado desde nuestro cerebro como respuesta ante situaciones de peligro para nuestra supervivencia a las que no les podemos encontrar una solución y es nuestra biología la que reacciona con cambios para sobrevivir. Los distintos cambios funcionales y celulares con su sintomatología característica, son el resultado de las diferentes respuestas especiales de adaptación ante situaciones que amenazan la vida. Las 5 Leyes Biológicas explican de forma precisa y verificable, el origen, desarrollo y sentido biológico de este conjunto de cambios que experimentamos cuando tenemos en curso un SBS o Programa Especial de la Naturaleza para la Supervivencia. El conocimiento de estas Leyes que rigen nuestra Biología nos permite comprender la verdadera naturaleza de nuestros procesos biológicos, liberándonos del miedo y de la concepción errónea sobre las “enfermedades” como algo maligno. Cuanto mayor sea el conocimiento que tenga cada persona sobre cómo funciona su organismo, menor será el miedo que experimentará ante los síntomas que presente y podrá tomar mejores decisiones en relación con su salud, sin la necesidad de dejarla por completo en manos de otras personas que le digan lo que debe hacer. El poder que nos da este Nuevo Paradigma Biológico-científico puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Por Carmen Izquierdo 26 oct, 2023
En general, cundo pensamos en síntomas lo primero que nos viene a la cabeza son los síntomas físicos y, en ocasiones, nos olvidamos de los síntomas psíquicos . Pero, ¿qué ocurre con los síntomas psíquicos a lo largo de un SBS? Sabemos que la Fase Activa es una fase de simpaticotonía permanente, por lo tanto nuestra mente estará centrada en encontrar una solución a toda costa y, además, de la forma más rápida posible, por este motivo tendremos pensamientos obsesivos que pueden ser constantes o recurrentes y que pueden ocasionarnos insomnio. Con la solución del conflicto vendrá una sensación de alivio como si nos hubiésemos quitado un gran peso de encima. Entonces, desaparecerán estos pensamientos obsesivos característicos de la Fase Activa. Si el SBS sigue adelante, llegará la epicrisis donde vamos a revivir de una forma aguda , intensa y exasperada lo que ocurrió en la Fase Activa. Después, con la llegada de la Fase PclB , sentiremos alivio y bienestar , y desaparecerá la exasperación en el pensamiento que hubo en la epicrisis. Recordemos que nuestro cerebro , nuestra psique y nuestro cuerpo forman un todo , actuando de forma sincrónica y sin que los podamos separar el uno del otro.
Por Carmen Izquierdo 27 sept, 2023
¿Alguna vez te has preguntado por qué se producen lo que llamamos enfermedades? La vida es un proceso dinámico en el que todos los seres vivos estamos en constante adaptación al medio en el que vivimos. Pero la forma en que nos adaptamos se ha ido programando en nuestro organismo en el transcurso de nuestra evolución. En realidad, lo que llamamos enfermedad es una solución biológica que nos proporciona la Madre Naturaleza, y que nos permite adaptarnos de la mejor forma posible a situaciones de supervivencia en las que corre peligro nuestra vida, ya sea de una forma real o simbólica . Estas soluciones biológicas están codificadas en nuestro ADN para generar respuestas tanto de tipo psíquico como de tipo físico en nuestro organismo. Las respuestas de tipo psíquico se manifiestan como pensamientos obsesivos, como estrés, y las respuestas de tipo físico como cambios celulares, funcionales y microbianos. Además, todas estas respuestas están en consonancia con la necesidad de supervivencia que experimentamos en ese preciso momento. Por este motivo, lo que conocemos con el nombre de enfermedad, el Dr. Hamer lo llamó Programa Especial de la Naturaleza con Sentido Biológico, de forma abreviada SBS . Hemos de tener presente que estos programas tienen lugar en circunstancias especiales de peligro para la supervivencia y que nos ponen en las mejores condiciones para afrontar esa situación. De ahí la importancia de conocerlos y entenderlos , en vez de luchar contra ellos.
Por Carmen Izquierdo 20 sept, 2023
La resonancia es una capacidad intrínseca a todo tipo de materia, pues toda la materia está vibrando, oscilando continuamente. Todos los organismos emiten en una banda de frecuencias determinadas. Y dentro de esa banda, cada tipo de materia tiene una manera determinada de oscilar y de vibrar que la caracteriza, siendo ésta su frecuencia natural. Los sistemas de Biorresonancia utilizan esta capacidad resonante de la materia para actuar sobre los organismos. El cuerpo humano emite ondas electromagnéticas como una estación de radio, que conforman su campo electromagnético, y que se pueden medir y testar. El sistema trivector del Quantum SCIO/QUEX se compone de los tres cofactores principales en todos los fenómenos electromagnéticos, voltaje, amperaje y resistencia, mostrándonos la forma en la que se comporta el campo de la persona desde un prisma eléctrico, y permitiéndonos ver las características de su campo. El Quantum SCIO/QUEX no chequea el cuerpo de la persona sino su campo electromagnético, regulando sus potenciales. Es un dispositivo que regula desde el fondo creando coherencia y dándole mayor capacidad de autorregulación a tu sistema. Regula cargas electromagnéticas, regula potenciales enviando información al subconsciente para luego, desde allí, llegar al consciente. Para ello capta el campo de la persona y se adapta a ese campo para transmitir las frecuencias, utilizando un Biofeedback positivo que ayuda a la persona a abrir nuevas posibilidades para hacerlo mejor, y trabajar la imagen que tiene de sí misma y en su entorno. El Quantum SCIO/QUEX emite frecuencias adaptativas gracias a su sistema de Biofeedback y de Autofocus. Es capaz de neutralizar procesos disarmónicos, liberando estrés para aumentar la coherencia del campo, la cooperación entre las partes y ayudándole a regularse. Genera un movimiento dinámico en el organismo que le permite volver a su orden natural. Cuando nuestro cuerpo por causas diversas pierde la capacidad de autorregularse, se le puede devolver creando coherencia con el Quantum SCIO/QUEX.
Por María del Carmen Izquierdo Labella 10 sept, 2022
Las 5 Leyes Biológicas de la Naturaleza fueron descubiertas por el Dr. Ryke Geerd Hamer en la década de los 80. A pesar de que han sido negadas y perseguidas por no considerarse científicas, conforman un conocimiento científico que se puede comprobar fácilmente. Las descubrió de forma fortuita, tras la muerte de su hijo como consecuencia de un disparo. Al desarrollar un cáncer de testiculo y su mujer uno de ovario, se preguntó si podrían estar relacionados con la pérdida de su hijo. Se dedicó a investigar con pacientes oncológicos y descubrió que también habían sufrido con anterioridad algún tipo de situación especialmente dolorosa , vivida en soledad como él y su esposa. Además, al estudiar con resonancia magnética el cerebro de las personas con cáncer, encuentra que existe una zona con unos círculos concéntricos (Focos de Hamer) que coincide en todas las personas con el mismo tipo de cáncer. Por lo tanto, establece una relación entre el tipo de sufrimiento emocional, el tipo de cáncer y el área que ocupa en el cerebro. Al extender sus investigaciones sobre el cáncer a otras enfermedades crónicas, encontró también la misma relación entre un sufrimiento emocional intenso vivido en soledad, el desarrollo de cierta enfermedad y la zona cerebral donde se encuentran los círculos concéntricos. De esta forma, estableció la relación que existe entre Psique-Cerebro-Órgano . Estas Leyes contemplan al ser humano como un todo , donde su psique, su cerebro y su cuerpo forman un todo indivisible e interconectado que actúa de forma sincrónica . En estas Leyes se demuestra también el comportamiento de los distintos tejidos en funcion de la capa embriológica a la que pertenecen, y el papel que juegan los microbios en las enfermedades, pasándo de considerarlos enemigos a considerarlos aliados. Las 5 Leyes Biológicas de la Naturaleza descubiertas por el Dr. Hamer representan un cambio de paradigma , pues nos permiten modificar nuestro concepto sobre la "enfermedad" para dejar de verla como una especie de castigo, de algo que nos cae del cielo, a poder verla como parte de nuestra naturaleza humana.
Por María del Carmen Izquierdo Labella 13 dic, 2021
Solemos pensar que somos seres más racionales que emocionales , pero en realidad esto no es del todo cierto. Un ser racional primero escucharía sus emociones y después de comprenderlas y pensar qué necesita en ese momento, actuaría en consecuencia para satisfacer sus necesidades de la mejor forma posible. Sin embargo, la vida acelerada que llevamos no nos facilita parar y darnos cuenta de lo que sentimos y nos lleva a actuar de forma más impulsiva que meditada. En esa precipitación impulsiva dejamos de lado algunas de las variables que concurren en las distintas situaciones y tomamos decisiones de las que luego podemos arrepentimos. A fuerza de repetir este tipo de comportamiento se va convirtiendo en un hábito , hasta que llega un momento en el que se convierte en parte de nosotros y de nuestra personalidad , llegando incluso a creernos que somos así y que no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Pero puede llegar alguna ocasión en nuestra vida en la que nos demos cuenta que no podemos seguir así y que necesitamos un cambio . A veces pensamos que el cambio está fuera y que cambiar de trabajo o ciudad de residencia va a ser la solución. Otras veces sentiremos que el cambio ha de ser interno, en nuestra manera de conducirnos en la vida y para ello vamos a necesitar entrega, esfuerzo y voluntad para conseguirlo, y sobre todo no tirar la toalla cuando aparezcan dificultades como nuestras resistencias al cambio. Para producir ese cambio en nosotros mismos, tendremos que prestar mucha atención a nuestras emociones y a los pensamientos que surgen de ellas y que a su vez las retroalimentan, pues es ahí donde está el origen de nuestros programas automáticos que nos hacen actuar como lo hacemos. Esta observación de nuestras emociones va a requerir de mucha paciencia y ternura con nosotros mismos, pues al ir descubriendo cómo nos sentimos van a ir apareciendo nuestras vulnerabilidades , y puede que no sea fácil ir haciéndonos cargo de ellas, abrazarlas , comprenderlas y asumirlas . Reconocer que están en nosotros y que son una parte nuestra a la que hay que aceptar y cuidar , para poder ser conscientes de ellas y que cuando aparezcan podamos atenderlas y darles un sentido y una dirección que nos beneficie, en lugar de dejar que nos arrastren a un lugar donde no queremos volver y al que ya hemos ido quizá en demasiadas ocasiones. Para poder recorrer este camino es necesario conocer nuestras emociones para poder manejarlas, y a veces no tenemos muy claro cómo nos sentimos realmente. Y es que como no nos han enseñado a reconocer las emociones, sabemos que no nos sentimos bien pero no sabemos exactamente qué es lo que sentimos. A veces, detrás de un enfado hay miedo o debajo de la tristeza hay enfado pero no podemos verlo porque es la forma en que hemos aprendido a manifestarlo, quizá porque era la forma de expresarlas en nuestra familia o es como esta aceptado socialmente. En este proceso de transformación lo primero que hay que hacer es parar, ponerse en contacto con uno mismo y sentir lo que está pasando dentro de mi. Si puedo identificar que emoción estoy sintiendo en ese momento, puedo decirme “estoy enfadada, en este momento estoy enfadada, pero yo soy más que mi enfado”, si es enfado lo que siento. De esta forma tomo conciencia de que puedo salir de ahí y de que tengo recursos para hacerlo. A continuación me pregunto qué me estoy diciendo en ese momento que alimenta como me siento y si puedo decirme algo que me haga sentirme mejor. Si además, a continuación, pudiera escribir lo que me digo en esos momentos, podría ir haciendo una lista de mis creencias limitantes que podré ir sustituyendo, más adelante, por otras que me sean más favorables.
Por Carmen Izquierdo Labella 21 mar, 2021
Llevamos ya un año desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase la situación de pandemia mundial. Esta situación ha provocado que nos sintamos desmotivados y cansados por la exposición repetida al estrés y las restricciones durante todos estos meses. La propia OMS ha llamado “fatiga pandémica” a la reacción ante las medidas y restricciones prolongadas generadas por la pandemia. Los expertos en Salud nos dicen que es difícil mantener nuestros mecanismos naturales de adaptación al estrés cuando las circunstancias extremas se prolongan mucho en el tiempo. Los síntomas que nos produce esta fatiga pandémica pueden variar desde el insomnio , cansancio , soledad , pesimismo y desesperanza ante el futuro, aburrimiento , cambios de humor , dificultad para concentrarnos , estar más irritables , al mismo tiempo que padecer sentimientos de angustia y ansiedad . Esta fatiga pandémica es una reacción natural que se produce tras las impuestas limitaciones de movilidad, el miedo a perder el trabajo o a caer enfermo o la pérdida de contacto físico con nuestros seres queridos. No obstante, aunque es una reacción natural, hay que prestar atención para advertir cuando nos impide realizar nuestra vida cotidiana con normalidad para pedir ayuda profesional. Pero no todo está perdido, ¿qué podemos hacer para aminorar la fatiga pandémica? Lo primero que podemos hacer es aceptar que, a veces, la situación supera nuestra capacidad de lidiar con ella y que nos sentimos invadidos por sentimientos negativos que si no manejamos adecuadamente, pueden llegar a hacernos sentir impotentes ante los acontecimientos actuales y venideros. El simple hecho de aceptar los sentimientos que tenemos en cada momento, nos hace verlos como algo que forma parte de la naturaleza humana y con lo que tenemos que aprender a convivir de la mejor manera posible sin dejar que se apoderen de nosotros. Para ello podemos aprender a identificar nuestras emociones y lo que pensamos sobre nosotros mismos cuando las experimentamos. Por otro lado, es deseable que seamos capaces de darnos cuenta de que está en nuestra mano potenciar nuestro sistema inmune cuidando nuestra alimentación, haciendo ejercicio físico de forma regular y en la medida de nuestras posibilidades, y descansando lo suficiente para reponer nuestras energías. También podemos fortalecer nuestro sistema inmune racionando el tiempo que dedicamos a leer o escuchar noticias sobre la pandemia, ampliando el tiempo que pasamos al aire libre y en contacto con la naturaleza para sintetizar vitamina D, aprendiendo técnicas de relajación o meditación, practicando actividades que nos resultan placenteras como bailar o cantar, disfrutando con familiares o amigos en nuestros ratos de tiempo libre con los que podamos compartir nuestros miedos y frustraciones. Además, hay que alimentar la esperanza pensando que esta situación acabará tarde o temprano y que podremos retomar nuestra vida. Todas estas prácticas nos ayudarán a mejorar nuestro bienestar físico , mental y emocional . En estos momentos se hace necesario reducir el nivel de estrés al que nos vemos sometidos para sobrellevar esta etapa de nuestra vida de la mejor manera posible. Con Biorresonancia Quantum Scio/ QUEX se puede reducir el estrés de forma indolora, no invasiva y compatible con cualquier otra terapia, mientras aprendes técnicas para gestionarlo. Además, puedes recibir el tratamiento a distancia, cómodamente desde tu casa.
Por Carmen Izquierdo Labella 05 ene, 2021
Todo ser vivo está envuelto por un recubrimiento energético conocido como aura . Este recubrimiento, que tiene forma ovoide , estimula al cuerpo al mismo tiempo que pone de manifiesto su espíritu. El aura o campo electromagnético que rodea a los seres humanos, emana del cuerpo y sobre ella se reflejan el estado físico, mental y emocional de la persona. Esta energía que compone el aura es una energía sutil que, aunque no la podamos ver, se puede percibir pues se extiende aproximadamente un metro más allá del cuerpo físico. Esto permite que influya no solo sobre nuestras emociones , pensamientos y salud física sino también sobre las personas con las que nos relacionamos. El aura no es estática pues nuestros pensamientos y sentimientos se reflejan directamente sobre ella permitiendo que esté cambiando continuamente al compás de nuestra evolución espiritual. Además, como también se modifica por la influencia del medio ambiente en el que vivimos, podemos contemplarla como algo dinámico que va variando a lo largo del tiempo. ¿Cómo funciona el aura? El ser humano es un ser espiritual cuya finalidad existencial en el plano humano es acumular experiencia y sabiduría para poder evolucionar y sanar. Nuestro cuerpo físico nos permite vivir las experiencias terrenales que nos llevan a superar las lecciones que la vida nos va presentando, y este cuerpo físico material que contiene nuestros órganos, es el vehículo de nuestra alma. Nuestra aura se compone de varias capas o cuerpos energéticos que afectan a nuestro ser en su conjunto y funcionan como filtros para nuestra energía vital. Todas las capas que conforman el aura contienen al cuerpo físico de tal forma que cada capa del aura atraviesa las capas que están por debajo de ella. Además, cada capa superior vibra a una frecuencia mayor que la que está por debajo suyo y su energía es más fina, más sutil, más tenue. Estas capas permiten que la energía circule libremente en nuestro cuerpo. Cuando el aura está fuerte nos sirve de protección frente a los agentes externos, pero cuando está débil no es capaz de resistir las influencias externas y si éstas son persistentes, el libre flujo de la energía se ve alterado pudiendo incluso llegar a desarrollarse una enfermedad física. Pero el ser humano es un todo interconectado e interrelacionado, en el que no pueden separarse su parte mental, emocional o espiritual de la física. Realmente no existe una separación entre cuerpo, mente y espíritu, sino que actúan como un todo, como una unidad indivisible . Y todos estos cuerpos o capas han de estar alineados para nuestro perfecto funcionamiento en el mundo. Como nuestros pensamientos y emociones influyen sobre nuestra aura, nuestra salud mental y emocional tienen un efecto directo sobre nuestra salud física . Y puesto que podemos fortalecerla simplemente cambiando nuestros pensamientos por otros más positivos y respetuosos con nosotros mismos y con los demás, somos responsables de mantenerla y nutrirla. El aura puede ser nuestra más fiel colaboradora creando y manteniendo nuestra salud, pero hemos de contribuir a su buen funcionamiento manejando nuestros pensamientos y sentimientos de forma beneficiosa para nosotros. ¿ cuáles son los cuerpos que conforman el aura? El sistema energético humano comprende siete capas de cuerpos energéticos dentro del aura. Estas capas se corresponden con los siete planos del ser que están interaccionando constantemente entre sí. Los siete cuerpos se dividen en cuatro cuerpos inferiores : etérico, emocional, mental y astral; y tres cuerpos superiores o espirituales: patrón etéreo, celestial y cetérico. Aunque distintas corrientes de pensamiento pueden nombrarlos y situarlos de distinta maneras, ésto no afecta a su funcionamiento. La primera capa que envuelve al cuerpo físico es el cuerpo etérico . Es el más denso y su estado es un fiel reflejo del estado del cuerpo físico. Nos conecta con los ritmos y ciclos de la energía de la tierra y proporciona vitalidad y energía al cuerpo físico hasta su muerte. Contiene energía de los tejidos, glándulas y órganos y se expande o retrae según su mejor o peor funcionamiento. La segunda capa es el cuerpo emocional que está relacionado con las emociones y con la conciencia de nosotros mismos. Está formada por nuestros deseos. Como es en este cuerpo donde experimentamos el dolor, el miedo, el apego o el enfado, es aquí donde la energía se queda bloqueada cuando no podemos manejar y expresar de la forma adecuada nuestras emociones. Es la capa más expandida y contiene también todo lo que produce bienestar, armonía y felicidad. Cuando no la utilizamos de forma apropiada encontramos sentimientos de frustración, odio, celos o ansiedad. Por lo tanto, tenemos que aprender a manejar nuestras emociones para que pueda cumplir su misión de irradiar nuestra verdadera naturaleza. La tercera capa es el cuerpo mental que está conectada con los procesos mentales y las ideas de la persona. Se compone de las actitudes que tenemos ante la vida. Su función es hacernos pensar, contiene todos los conocimientos, opiniones y conceptos de toda fuente de información. Nunca se cansa por eso siempre estamos pensando. Tenemos que aprender a manejarlo para que no nos maneje a nosotros y para expandir el conocimiento de la verdad. La cuarta es la capa astral y está conectada con el amor y las relaciones. Actúa como división entre las tres capas inferiores relacionadas con el mundo físico y las tres capas exteriores que se relacionan con el mundo espiritual. Funciona como un canal que nos conecta con nuestros aspectos más elevados. La quinta capa es el cuerpo del patrón etéreo , Contiene todas las formas del plano físico. Se llama también doble etéreo porque es allí donde encontramos las formas más sutiles del primer cuerpo etéreo y es donde queda el negativo de toda forma de creación del patrón que se ha creado en la parte física. La sexta capa es el cuerpo celestial que es el nivel emocional del plano superior. Es el plano de identificación con lo superior, compuesto por puntos de luz, es el nivel a través del cual experimentamos el éxtasis espiritual. Podemos alcanzarlo por medio de técnicas como la meditación, la oración o la respiración consciente y es donde alcanzamos la unidad del ser y donde conocemos nuestra conexión con todo el universo. La capa número siete es el patrón cetérico o causal y contiene las impresiones y vivencias pasadas. Es el nivel más fuerte y elástico del campo áurico. Contiene la corriente principal de fuerza que se mueve a lo largo de la columna vertebral. Es la capa más externa constituyendo el ovoide exterior de nuestra anatomía sutil y contiene a todos los cuerpos aurales inferiores replicando a todo el ser físico y energético de los cuerpos más bajos. Cuando está sana es muy intensa y su frecuencia es muy alta. El cuerpo causal recoge todas las cosas positivas que hemos hecho y las guarda hasta que nuestros cuerpos inferiores están lo suficientemente armoniosos para recibir este bien. Es el encargado de suministrar lo que pidamos y seamos merecedores pues nuestra presencia divina está siempre con nosotros y solo tenemos que aprender a reconocerla y dejar que se exprese en nosotros. Aunque hacemos esta división de siete cuerpos dentro del aura realmente no existe una separación entre cuerpo, mente y espíritu y estas capas actúan como una unidad. Además, todos los cuerpos han de estar alineados para tener una aura fuerte y consistente que nos nutra y nos proteja de las influencias externas y nos permita funcionar en el mundo de forma que podamos alcanzar nuestro completo desarrollo espiritual. Estos siete cuerpos son siete expresiones diferentes de nuestro ser y cada uno de ellos tiene una función específica para ayudarnos en nuestras experiencias. Los tres superiores son estables, sutiles y tienen una frecuencia vibratoria alta. Los cuatro inferiores están influenciados constantemente por nuestros pensamientos y emociones y por el medio que nos rodea. Como nuestros cuerpos inferiores son los que nos permiten evolucionar, tenemos que hacer un buen uso de ellos. Para apoyarlos es importante la dieta, el ejercicio físico, mental y espiritual y aprender a manejar nuestros pensamientos y emociones. Para ello podemos preguntarnos a menudo de qué manera estamos utilizando cada uno de ellos y qué estamos obteniendo en nuestras vidas, pues ya sabemos que con cada pensamiento, sentimiento, palabra y acción estamos creando nuestra realidad. Como no podemos parar de pensar y sentir, sería deseable poner tanto atención como intención en nuestros pensamientos y sentimientos para que contribuyan a nuestro bienestar y el de los demás. Y tú ¿ como estás utilizando cada uno de tus cuerpos?
Por Carmen Izquierdo Labella 18 sept, 2020
El corazón tiene razones que la razón ignora y aunque hay que escuchar a la cabeza, hay que dejar hablar al corazón. Esto lo vemos claramente cuando observamos los campos electromagnéticos que emiten el cerebro y el corazón. Cada órgano, incluso cada célula en nuestro cuerpo tiene su propio campo electromagnético y el conjunto de todos ellos forman el campo electromagnético humano. A través de los campos electromagnéticos se transmite la información y la energía para que todas las células funcionen de forma conectada y organizada. Pero de entre todos ellos, el más fuerte es el campo electromagnético que emana del corazón, el cual envía información a nuestro ADN y a los sistemas circulatorio, endocrino, digestivo...para su funcionamiento. Científicos del Heartmath Institute han realizado estudios sobre la interacción entre cerebro y corazón, examinando cómo el corazón y el cerebro se comunican entre sí y cómo esto afecta a nuestra conciencia y a la forma en que percibimos el mundo. ¿Cómo interaccionan cerebro y corazón? Resulta que el corazón posee su propio sistema nervioso formado por neuronas iguales a las del cerebro, con las que se comunica de manera permanente originando de forma conjunta las emociones. Además, los campos electromagnéticos que emite el corazón cambian de acuerdo a sus emociones y las ondas cerebrales se sincronizan con estas variaciones del ritmo cardiaco. Rolin McCraley, Ph.D. y director de investigación en el Heartmath Institute afirma que la información emocional está codificada y modulada en los campos electromagnéticos. Por lo tanto, cuando el corazón está en coherencia transmite información congruente al resto del cuerpo haciendo que haya armonía, conexión y orden entre todos los sistemas que lo componen. Esta armonía se da tanto a nivel físico, mental, emocional y con el entorno, produciendo el libre flujo de la energía a través del cuerpo y permitiendo que el campo electromagnético se expanda hasta 5 metros más allá de la persona. ¿Qué ocurre si no hay coherencia en el corazón? Si este flujo energético se ve obstaculizado por la falta de coherencia cardiaca puede dar lugar a enfermedades físicas o mentales puesto que el campo electromagnético del corazón va a transmitir información inadecuada para el buen funcionamiento del organismo. ¿Podemos concluir que somos capaces de modificar conscientemente nuestra coherencia cardiaca? Afortunadamente sí. Como la actividad de nuestro corazón transmite información a través de su campo electromagnético influyendo en nuestras percepciones y emociones, al aprender a cambiar nuestras emociones, estamos cambiando la información codificada en los campos magnéticos que se irradian por el corazón y actuando, por tanto, sobre el funcionamiento de nuestro cuerpo y nuestra salud.
Por Carmen Izquierdo Labella 03 sept, 2020
Cuando pensamos en nuestro cuerpo pensamos en algo puramente material, físico que podemos ver y tocar. Esta materia sólida que podemos ver y tocar, en realidad, está compuesta por átomos que vibran a una velocidad tan alta que ante los sentidos parece algo compacto, consistente. Toda la materia está formada por partículas muy pequeñas llamadas átomos. Los átomos tienen un centro llamado núcleo que contiene partículas con carga positiva, llamadas protones, y partículas sin carga, neutrones. En su parte externa, rodeando al núcleo y girando en órbitas, hay electrones, que son las partículas con carga negativa. Los electrones pueden moverse de una órbita a otra absorbiendo o liberando energía y esto hace que a cada átomo le corresponda un campo eléctrico . Los átomos forman moléculas intercambiando o compartiendo electrones y mediante este intercambio se producen las reacciones químicas entre las moléculas. Estas reacciones son indispensables para la vida. ¿Qué pasaría si los electrones dejaran de moverse? En primer lugar, no podrían absorber o liberar energía para formar moléculas y no se producirían las reacciones químicas necesarias para la vida. En segundo lugar, si no estuvieran en constante movimiento la materia estaría en un estado muerto. Y es precisamente la energía la que hace que los átomos y las moléculas estén en constante movimiento, vibrando y creando vida. Vemos que materia y energía interactúan entre sí de forma continua, pues la materia no es más que una forma de energía como descubrió Einstein . En este movimiento de los electrones se produce electricidad y por lo tanto un campo electromagnético a su alrededor, como demostraron Faraday , Maxwell y Hertz en el siglo XIX. Esa vibración o movimiento repetitivo de los electrones es la manera en que se propaga la energía de un lugar a otro en forma de ondas. Por lo tanto, en el universo la quietud no existe porque la materia está compuesta de partículas con carga eléctrica que están en constante movimiento, que están vibrando continuamente. ¿Cómo trasladamos todo esto al cuerpo humano? En el cuerpo humano todas nuestras células interactúan constantemente entre sí, intercambiando de forma continua la información necesaria para su buen funcionamiento. La manera de compartir esta información es a través de las ondas electromagnéticas . En el organismo cada electrón, átomo, molécula, célula, tejido, órgano y el mismo cuerpo como un todo, tienen una vibración propia que genera un campo de energía característico. Es decir, cada célula, cada tejido, cada órgano tiene una gama de vibraciones específicas que se expresan en forma de ondas electromagnéticas dando lugar a su propio campo electromagnético . La suma de todos estos campos conforman el campo electromagnético humano . El funcionamiento de nuestro cuerpo viene determinado por su campo electromagnético que es el que proporciona la información necesaria para que el organismo pueda desempeñar correctamente su cometido
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